Lucas 15 :1-32
Esta reflexión es parte del tema para el próximo domingo , 15 de septiembre de 2013. Lucas usa un estribillo en estas tres parábolas que enfatizan la misericordia de Dios, en la parábola de la oveja perdida, en la parábola de la moneda perdida y en la parábola del hijo pródigo. En ellas hay un estribillo que dice. "gozaos conmigo" de esto se trata el evangelio de gozo, de alegría y de celebración La oveja perdida se trata de la actitud de un pastor que busca la oveja perdida, que sale a buscarla, que deja las noventainueve posiblemente, con un cuidador y sale en busca de la perdida. Nuestro Dios es un Dios buscador, que sale y nos busca , que sale a encontrarnos. Gente, no somos nosotros los que buscamos a Dios, Él siempre ha tomado la iniciativa de buscarnos a nosotros y al encontrarnos se llena de gozo y alegría. Él anda buscándonos y lo hace a través de otras personas, de momentos, de situaciones. No es casualidad, es Dios que anda buscándonos. En la parábola de la oveja perdida Dios nos busca por todos los caminos de la vida. Gente de Dios, tenemos que dejarnos encontrar por Dios, porque cuando nos dejamos encontrar por Él hay gozo y alegría en nuestras vidas. . Es posible que la oveja se merezca lo que está viviendo por dejarse perder por los laberintos de la vida, pero Dios sale a buscarla, pero no la busca para decirle "te lo dije" o condenarla, sino para hacer una fiesta. La segunda parábola es la de la moneda perdida , a una mujer se le pierde algo de valor. Tu y yo somos de valor para Dios, tu y yo no somos basura. A pesar de que en ocasiones nos comportamos de forma equivocada y alejada de Dios y olvidamos que somos templo del Espíritu Santo. Aunque hay momentos en que nos dejamos arrastrar por lo malo, pero somos valiosos, tenemos valor ante Dios. Es posible que alguien te dejó y dañó, pero tú sigues siendo valioso para Dios y por eso anda buscándote y cuando te encuentra hace una fiesta. En la tercera parábola, la del hijo pródigo, hay una diferencia entre esta parábola y las dos anteriores y es que el padre no sale a buscarlo como el pastor de la oveja, o como la mujer que enciende la lámpara, barre la casa y se pone a buscar la moneda perdida. Me gusta esta parábola porque el padre respeta la libertad del hijo. Porque Dios siempre respeta nuestra libertad. El padre lo espera cada día, sale a ver si viene por el camino esperándolo diariamente. Al ver al hijo lo abraza, le pone la ropa del hijo y hace fiesta. Sabes por qué, porque lo ama. De esa manera Dios nos ama a cada uno de nosotros. Recuerda Dios esta buscándote, déjate encontrar. Por: Rvdo. Edward Rivera-Santiago Pastor General Iglesia Evangélica Unida de Puerto Rico
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Author:El Rvdo. Pastor Carlos Armando López Gerena tiene un BA en Trabajo Social y una Maestría en Divinidad del Seminario Evangélico de Puerto Rico. Archivos
Marzo 2024
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